La nube del no-saber – Anónimo
Te pido, mi querido amigo en Dios, que estés alerta y atento al camino por el que avanzas en tu vocación. Y agradece a Dios esta llamada, pues con la ayuda de su gracia podrás mantenerte firme frente a los sutiles asaltos de los enemigos que te acosan desde dentro y desde fuera, a fin de que puedas ganar el premio de la vida eterna.
Amén.
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De los cuatro grados de la vida cristiana; del desarrollo de la vocación de aquel para quien he escrito este libro
Mi querido amigo: quisiera comunicarte cuanto he observado sobre la vida cristiana. En general, esta parece avanzar a través de cuatro etapas de crecimiento que yo llamo la común, la especial, la singular y la perfecta. Las tres primeras pueden iniciarse y mantenerse en esta vida mortal, pero la cuarta, aunque iniciada aquí, continuará sin fin hasta la alegría de la eternidad. ¿Te das cuenta de que he colocado estas etapas dentro de un orden concreto? Lo he hecho porque creo que nuestro Señor en su gran misericordia te está llamando a avanzar siguiendo sus pasos. Descubro la llamada que te hace en el deseo hacia Él, que arde en tu corazón.
Tú sabes que durante un tiempo vivías la forma común de la vida cristiana en una existencia mundana y rutinaria con tus amigos. Pero creo que el amor eterno de Dios, que te creó de la nada y te redimió de la maldición de Adán por medio del sacrificio de su sangre, no podía consentir que vivieras una vida tan común alejada de Él.
De este modo, con delicadeza exquisita, despertó el deseo dentro de ti y, atándolo rápidamente con la rienda del ansia amorosa, te atrajo más cerca de Él, con esa manera de vivir que he llamado especial. Te llamó a ser su amigo y, en compañía de sus amigos, aprendiste a vivir la vida interior con más perfección de lo que era posible en la vida común u ordinaria.
¿Hay algo más? Sí, pues creo que, desde el principio, el amor de Dios por ti fue tan grande que su corazón no pudo quedar ni tan siquiera satisfecho con esto. ¿Qué hizo? ¿No ves con qué amabilidad y suavidad te ha traído a la tercera vía, la vida singular? Sí, ahora vives en el centro más profundo y solitario de tu ser aprendiendo a dirigir tu ardiente deseo hacia la forma más alta y definitiva de amor que he llamado perfecta.
Autor del libro: Anónimo inglés del Siglo XIV