Día 26: Virtudes y gracias que recibí del Altísimo para hacerme digno esposo de la Santísima Virgen

Día 26: Virtudes y gracias que recibí del Altísimo para hacerme digno esposo de la Santísima Virgen

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oh queridísimo San José, me consagro en tu honor, y me doy enteramente a ti, para que tú siempre seas mi padre, mi protector y mi guía en el camino a la salvación. Obtén para mí una gran pureza de corazón y un amor ferviente a la vida interior. Siguiendo tu ejemplo, que todos mis actos sean para la gloria más grande de Dios, en unión con el divino corazón de Jesús y el corazón inmaculado de María.

Oh bendito San José, ora por mí, para que pueda compartir en la paz y alegría de tu santa muerte. Amén.

Meditación del día, San José te habla:

Hijo, eres la causa de mi gran alegría porque viniste nuevamente a mi carpintería; espero que tu corazón arda en el fuego de amor ante mis palabras y sientas el deseo de amar a Jesús y de seguirle. Te ha llegado la hora del cambio; saca de tu corazón todas las cosas que son impedimento para la vida de santidad; el pecado no puede convivir contigo, lucha por tu salvación, la virtud debe brillar en ti como el sol desprende sus rayos de luz durante el día; no puedes cojear en tu caminar. Levántate, si has caído y corre presuroso en búsqueda del perdón divino; el Señor jamás rechaza a nadie, sus brazos siempre están abiertos a la espera de recibir al hijo pródigo; su Sagrado Corazón sobreabunda en misericordia.

Te ha llegado la hora de demostrar con hechos, el amor que dices sentir por Jesús; si tanto lo amas, búscalo en el sagrario y repara por todas las profanaciones Eucarísticas y comuniones sacrílegas. Vive el Evangelio con radicalidad, conviértete en un propagador de la devoción a su Sagrado Corazón; porque es un medio, para que muchos pecadores se conviertan. 

Para hacerme digno de ser el esposo de la Santísima Virgen, Dios me concedió muchas gracias y virtudes que acepté con humildad, sin merecerlas; mi Corazón se consumía en el gran deseo de vivir de acuerdo a la divina voluntad, y ¿cómo rehusarme a este proyecto de amor? Me puse en sus benditas manos y me dejé guiar por las sendas que conducen al cielo, a nada puse resistencia; porque sus obras son perfectas y siempre las lleva a feliz término, cuando se le abre el corazón y se es dócil como barro blando en las manos del alfarero. Pídele a Jesús que colme tu vida espiritual de todas las virtudes y gracias que son necesarias para tu estado; a Él se le sirve con entereza, sin vacilación; a Él se le debe entregar lo mejor.

Propósito del día:

¿Cuáles son algunos de los carismas o dones espirituales que Dios te ha dado? Reflexiona en cómo estás usando estos dones para embellecer nuestro mundo. ¿Hay alguna forma en la que puedas usar tus dones para canalizar mejor el amor y la presencia de Dios? Pide la gracia y la oportunidad para hacerlo.

Tomo un minuto para meditar todas estas cosas en mi corazón (Lucas, 2:19)

Oración final diaria:

¡Oh celestial José! Por el corazón de Jesús y el de María, por tu mismo corazón, te ruego que tomes un especial cuidado por la santificación de mi alma. Te pido que Tú mismo seas mi director, mi guía, mi padre y modelo en la vida espiritual, en el camino de la perfección, para que imitando tus virtudes obtengas mi felicidad eterna. Amén.

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo

Amén

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