Día 22: Gran gozo y consuelo sentía cuando tomaba en mis brazos al Niño Jesús para alivio de mis trabajos y cansancio

Día 22: Gran gozo y consuelo sentía cuando tomaba en mis brazos al Niño Jesús para alivio de mis trabajos y cansancio

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oh queridísimo San José, me consagro en tu honor, y me doy enteramente a ti, para que tú siempre seas mi padre, mi protector y mi guía en el camino a la salvación. Obtén para mí una gran pureza de corazón y un amor ferviente a la vida interior. Siguiendo tu ejemplo, que todos mis actos sean para la gloria más grande de Dios, en unión con el divino corazón de Jesús y el corazón inmaculado de María.

Oh bendito San José, ora por mí, para que pueda compartir en la paz y alegría de tu santa muerte. Amén.

Meditación del día, San José te habla:

Hijo, cuánto me agrada tu compañía; la carpintería la he arreglado para ti; la he embellecido con algunos lirios blancos y perfumados; sabía que no me dejarías esperándote porque tu corazón vibra de amor por mí; por eso, has tomado la decisión de consagrarte al humilde carpintero de Nazareth e imitar mis virtudes.

Añoras alcanzar el cielo, unirte a la adoración y alabanza de los santos ángeles; sientes la necesidad de propagar la devoción josefina en todas las partes del mundo; y por este acto de amor: suplicaré a Jesús que te bendiga, que rebose tu corazón con sus divinas gracias, que deje una huella imborrable en ti. Has de saber que, como patrono de la vida interior, elevaré tu alma a los niveles más altos de la santidad, pero, si te dispones, si eres receptivo a mis consejos, si eres dócil y te dejas conducir por los caminos de la perfección.

Gran gozo y consuelo sentía, cuando tomaba en mis brazos al Niño Jesús para alivio de mis trabajos y cansancio; sentía una gran paz, el tiempo se deslizaba de mis manos, entraba en un clima de contemplación profunda, perdía la noción de todas las cosas que ocurrían a mi alrededor. Desde mi humilde taller, te invito a descansar solo en el Señor; entrégale tus dificultades y verás como muy pronto obtendrás la solución a tus problemas. Entrégale tu cansancio para que seas revestido de fortaleza y puedas cumplir con tu misión; puedas realizar tu trabajo y deberes de estado, glorificando a Dios con tus acciones; mostrándole al mundo que cuando se tiene a Jesús en el corazón se es completamente feliz; porque se tiene todo, se ha encontrado la perla de gran valor, el gran tesoro que hace rico a quien lo posee.

Propósito del día:

La vida está llena de actividades y no siempre nos detenemos a contemplar las cosas finales como la muerte. Date un tiempo de silencio hoy para contemplar tu propia mortalidad y muerte. Invita a José, a María y a la Santísima Trinidad a que estén contigo y te ayuden a prepararte durante esta vida para unirte a ellos en la eternidad.

Tomo un minuto para meditar todas estas cosas en mi corazón (Lucas, 2:19)

Oración final diaria:

¡Oh celestial José! Por el corazón de Jesús y el de María, por tu mismo corazón, te ruego que tomes un especial cuidado por la santificación de mi alma. Te pido que Tú mismo seas mi director, mi guía, mi padre y modelo en la vida espiritual, en el camino de la perfección, para que imitando tus virtudes obtengas mi felicidad eterna. Amén.

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo

Amén

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