Día 2: José, un hombre justo

33 DÍAS DE CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ

DÍA 2 – JOSÉ, UN HOMBRE JUSTO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

Señor, Dios Padre Todopoderoso, ten piedad de nosotros.

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Espíritu Santo, Fuente de luz. Ilumínanos.

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran señora.

San José, ruega por nosotros.

CITA

“… Alabar, bendecir y proclamar tu gloria en la conmemoración de san José, porque él es el hombre justo que diste por esposo a la Virgen Madre de Dios, el fiel y prudente servidor a quien constituiste jefe de tu familia, para que, haciendo las veces de padre, cuidara a tu Unigénito, concebido por obra del Espíritu Santo, Jesucristo, Señor nuestro.” (Prefacio de san José).

REFLEXIÓN

En las escrituras, el Justo por excelencia es Dios y las personas lo serán en la medida en la que estén adheridos a Él. La justicia abarca todo el quehacer humano y espiritual, y en José está dignamente representada, como lo afirma Mateo: “su marido José, que era justo…” (Mt 1, 19).

Sabemos que José fue elegido para una misión y por tanto le otorgó las gracias necesarias para su cumplimiento. Desde su niñez fue instruido en el conocimiento y el santo temor de Dios. Tenía un profundo respeto hacia Él y por eso fue considerado digno de ser el padre de Jesús. Además, vivió más cerca que nadie de María, habitada por el Espíritu Santo. Sin duda, fue colmado de gracias por parte de Dios, pero el mérito de José fue nunca resistirse a ellas, por eso fue digno de relacionarse profundamente con el misterio de nuestra redención.

Gracias a su justicia, como padre adoptivo de Jesús, José pudo instruirlo, defenderlo y acompañarlo en el perfeccionamiento de su naturaleza humana tanto interior como exterior.

Ser justo no sólo significa respetar a las personas o dar el justo valor a las cosas, va más allá de simplemente actuar con rectitud o de acuerdo a la ley y el derecho. En el sentido bíblico, se combina la justicia con la piedad, entendiendo así que la persona que merezca ser llamado justo, es alguien que vive de acuerdo a la voluntad de Dios, que cultiva la intimidad con Él y vive bajo el designio de su amor. Todas esas cualidades las proyecta a la sociedad a través de su testimonio, educando con el ejemplo y conquistando con su integridad la confianza de los demás.

PROPÓSITO O TAREA

Pidamos a san José la gracia de conocerle mejor y aprender de él a ser justos, con un santo temor de Dios y esforzándonos por llevar ese testimonio a los demás a través de la coherencia de vida.

ORACIÓN A SAN JOSÉ

Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María

A ti Dios confió a su Hijo, en ti María depositó su confianza, contigo Cristo se forjó como hombre.

¡Oh, bienaventurado José!

Muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la vida.

Concédenos gracia, misericordia y valentía y defiéndenos de todo mal.

Amén.

(Francisco. Patris Corde)

Autor: Padre Guillermo Serra, L.C.

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