CAMINO DE CUARESMA: CUARTO DESIERTO

CAMINO DE CUARESMA: 40 DÍAS JUNTO A JESÚS
4ª SEMANA DE CUARESMA – EL DESIERTO DE LA FE
INTRODUCCIÓN

 

El desierto Israel lo sembró de murmuraciones de desconfianza y amarguras pero descubrió que el Señor quería hablarle al corazón. Fue precisamente allí donde purificó el amor y la fe de su pueblo. Tuvo que sacar a Egipto de su corazón para que desde la fe, caminasen ciertos hacia la tierra prometida.

El desierto de la fe es experiencia de cambio profundo, de sensibilidad llevada al límite. Desde él se descubre por qué gana el que se decide a perder. En lugar de carencia se convierte en abundancia. Es tiempo de permanecer sin rendirse. Porque permaneciendo se gana mucho más de lo que se pierde y lo que se pierde, en realidad es ganancia porque nos da libertad y fuerza para seguir caminando con la seguridad de la fe.

Si se acepta el reto del desierto de la fe, sí, sales ciertamente despojado, pero libre, muy libre.

Sólo al llegar a la meta, a la tierra prometida, con la promesa ya cumplida se revela como gracia. Y entonces, todo lo vivido, lo caminado, lo despojado, lo que has creído cuando tu sed, hambre, frío y calor te pedían lo contrario: terminar, derrumbarte, regresar… se convierte en una posesión gozosa de Dios y de sus promesas.

Así es el desierto de la fe, un camino de libertad que te llevará a entregar tu inteligencia y voluntad a Dios para que purificados, puedas volar más alto. No tengas miedo, somos muchos peregrinos en este desierto y nos ayudaremos unos a otros a salir victoriosos.

Autor: Padre Guillermo Serra, L.C.

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