TREINTENA A SAN JOSÉ: DÍA 11
San José, varón prudente y justo, une tu oración a la nuestra.
San José, varón prudente y justo, ora por nosotros.
San José, varón prudente y justo, intercede por nosotros.
Amén
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro.
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén
1. Rosario a San José
CONTEMPLAR LOS 8 MISTERIOS:
1. El anuncio del ángel de que lo concebido en María es obra del Espíritu Santo.
2. La búsqueda de posada en Belén.
3. El nacimiento del Niño Jesús en Belén.
4. La presentación del Niño Jesús en el templo, ofreciendo un par de tórtolas o dos palomas.
5. La huída a Egipto con Jesús y con María.
6. El regreso de la Sagrada Familia a Nazaret.
7. La pérdida y hallazgo del Niño Jesús en el templo.
8. La gloriosa muerte de San José, en brazos de Jesús y de María.
MODO DE REZAR EL ROSARIO:
Se menciona el Misterio y se reza 7 veces en cada Misterio (en honor a los 7 dolores y 7 gozos de San José) lo siguiente:
V/ San José, custodio de los Sagrados Corazones de Jesús y de María.
R/ Inflama mi corazón para que en él solo reine, Jesús, como reinó en tu santo Corazón.
En vez del Gloria, se reza:
V/ Jesús, José y María
R/ Les doy el corazón y el alma mía.
Al final del Rosario, se reza 3 veces:
V/ San José, patrono de los devotos de los Sagrados Corazones de Jesús y de María.
R/ Ruega por nosotros.
2. Letanías a San José
Señor, ten misericordia de nosotros.
Cristo, ten misericordia de nosotros.
Señor, ten misericordia de nosotros.
Cristo óyenos.
Cristo escúchanos.
Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios, Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.
Santa María, ruega por nosotros.
San José, ruega por nosotros.
Ilustre descendiente de David, ruega por nosotros.
Luz de los Patriarcas, ruega por nosotros.
Esposo de la Madre de Dios, ruega por nosotros.
Custodio del Redentor, ruega por nosotros.
Casto guardián de la Virgen, ruega por nosotros.
Padre nutricio del Hijo de Dios, ruega por nosotros.
Celoso defensor de Cristo, ruega por nosotros.
Servidor de Cristo, ruega por nosotros.
Ministro de salud, ruega por nosotros.
Jefe de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.
José, justísimo, ruega por nosotros.
José, castísimo, ruega por nosotros.
José, prudentísimo, ruega por nosotros.
José, valentísimo, ruega por nosotros.
José, fidelísimo, ruega por nosotros.
Espejo de paciencia, ruega por nosotros.
Amante de la pobreza, ruega por nosotros.
Modelo de trabajadores, ruega por nosotros.
Gloria de la vida doméstica, ruega por nosotros.
Custodio de las vírgenes, ruega por nosotros.
Sostén de las familias, ruega por nosotros.
Apoyo en las dificultades, ruega por nosotros.
Consuelo de los desgraciados, ruega por nosotros.
Esperanza de los enfermos, ruega por nosotros.
Patrón de los exiliados, ruega por nosotros.
Patrón de los afligidos, ruega por nosotros.
Patrón de los pobres, ruega por nosotros.
Patrón de los moribundos, ruega por nosotros.
Terror de los demonios, ruega por nosotros.
Protector de la Santa Iglesia, ruega por nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo.
Ten misericordia de nosotros.
V/ Le nombró administrador de su casa
R/ Y príncipe de toda su posesión
V/ San José, protector nuestro
R/ Ruega por nosotros.
Oremos:
Oh Dios, que en tu inefable providencia,
te dignaste elegir a San José por Esposo de tu Santísima Madre:
concédenos, te rogamos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo
al que veneramos como protector en la tierra.
Te lo pedimos a Ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén
3. Meditación del día 11
Cada vez que vengas a mi carpintería te haré vivir experiencias maravillosas.
Cada vez que vengas a mi carpintería te impartiré un poco de sabiduría divina porque te quiero santo, apartado totalmente de aquellas cosas que interfieren en el crecimiento de tu vida interior y ponen en riesgo tu salvación.
Cada vez que vengas a mi carpintería te haré vivir experiencias maravillosas que dejen huellas imborrables en tu corazón, porque eres mi mayor preocupación, eres el objeto de mi oración.
Día a día me acerco al trono de realeza del gran Rey y le suplico por ti, le ruego que te asista en todas tus necesidades y te trate con misericordia, porque algunas veces cometes torpezas y caes en las mismas faltas que desagradan enteramente al Señor.
Cada vez que vengas a mi carpintería sentirás tu cruz más liviana; aprenderás a ofrecer tus sufrimientos al Sagrado Corazón de Jesús en reparación por tus pecados y los pecados del mundo entero; adquirirás la docilidad para aceptar en todo la voluntad de Dios.
Una luz brillará desde lo alto y podrás ver un camino más esperanzador, más fácil de trasegar.
Cada vez que vengas a mi carpintería florecerán en ti los lirios de las virtudes. Yo mismo me encargaré de quitarles la maleza y de rociarles diariamente del agua viva que brota del costado de Jesucristo.
Cada vez que vengas a mi carpintería sentirás paz, inflamaré tu corazón de confianza, porque Jesús cuida de ti como a las niñas de sus ojos y además me tienes a mí como intermediario entre el cielo y la tierra.
4. Oración final
Glorioso patriarca San José, cuya intercesión sabe hacer posibles las cosas imposibles, ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Toma bajo tu protección las situaciones tan serias y difíciles que te encomiendo, a fin de que tengan una feliz solución. Mi bien amado Padre: toda mi confianza está puesta en ti. Y, dado que lo puedes todo ante Jesús y María, muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder. Amén