Tratado de la VERDADERA DEVOCIÓN a la Santísima Virgen – San Luis de Montfort – Libro y Audiolibro
AUDIOLIBRO
Esta es la obra más característica de San Luis María de Montfort y la que más lo ha hecho conocer en el mundo. En el No. 110 del libro, su autor mismo establece las perspectivas: “Estoy escribiendo lo que durante tantos años he enseñado en mis misiones pública y privadamente con no escaso fruto”. De su afirmación se deducen la naturaleza, los destinatarios y aún la fecha del escrito.
Es una enseñanza práctica de la misión, cuyo objetivo es descubrir la función de la Virgen María en el plan divino de la salvación y en la vida bautismal y apostólica del cristiano. Está dirigida a un público muy amplio, aunque es un secreto revelado “de modo especial a los humildes y sencillos” “como el mejor medio y el secreto más maravilloso para adquirir y conservar la divina Sabiduría”.
No se tienen datos para fijar la fecha precisa de composición, pero el hecho de que Montfort aluda a una experiencia de “tantos años” hace suponer que la propone por escrito hacia el final de su carrera misionera. Tradicionalmente se ubica en 1712 pensando que Luis María pudo aprovechar su descanso obligado durante el invierno 1710-1711 en Nantes para ordenar el plan de la obra y que el otoño de 1712, pasado en la ermita de San Eloy, hubiera sido el tiempo propicio para escribir, quizá con un complemento de varios meses de retiro en la segunda mitad de 1715 en la gruta de Mervant.
Como previsto por su autor, el manuscrito estuvo sepultado “en las tinieblas y el silencio de un cofre”, escondido en alguna casa de campo aledaña a la capilla de San Miguel, en San Lorenzo, para escapar a las embestidas de la Revolución. Pasada la misma, el cofre fue llevado a la biblioteca de la Compañía de María en la Casa Madre. Allí permaneció el manuscrito olvidado hasta el 29 de abril de 1842 cuando fue descubierto y comenzó su divulgación de obra maestra, como uno de los libros más universalmente conocidos y apreciados del catolicismo contemporáneo, y uno de los que más han contribuido a fomentar la piedad cristiana en el mundo entero.
Cuando se encontró el volumen, aunque todas sus hojas estaban separadas unas de otras, todas estaban bien conservadas, pero faltaban algunas del primer fascículo y otras del último. Esta pérdida irreparable parece haber sucedido antes del descubrimiento del manuscrito. Por la constitución de los fascículos se calcula que faltan de 84 a 96 páginas iniciales que entre otras cosas contendrían: un método para vaciarse durante 12 días del espíritu contrario al de Jesucristo, las letanías y oración del Espíritu Santo y algunas prácticas de desprecio del mundo.
Las páginas finales perdidas tendrían la fórmula de consagración y la bendición de las cadenillas. El resto es imposible saberlo, pero no parece afectar el desarrollo del tema mariano. La primera publicación del Tratado se hizo en 1843, 127 años después de muerto su autor. Desde entonces ha sido difundido en muchas lenguas y en multitud de ediciones que se suceden de manera sorprendente hasta en lugares muy remotos del mundo. La más importante ha sido la reproducción fotográfica del manuscrito hecha en 1942, en el centenario del descubrimiento. Está acompañada por una presentación manuscrita del Papa Pío XII quien el 20 de julio de 1947 canonizó a Luis María Grignion de Montfort…
En síntesis, el interés suscitado por el Tratado se debe a un conjunto de características que hace de él un libro denso de significado y valores: estilo claro y conciso, lenguaje sencillo y popular, doctrina sólida y profunda, tono convincente e inspirado, testimonio de vida y experiencia apostólica…