¿Qué es el Santo Rosario?

¿QUÉ ES EL SANTO ROSARIO?

El Santo Rosario, es cristocéntrico y un instrumento que transmite espiritualidad mariana. Es un compendio del Evangelio, y gracias a la contemplación y meditación de sus Misterios progresamos en el conocimiento de Jesucristo. Al contemplar la vida del Hijo de Dios con el Santo Rosario, sacamos el sustento para la fe y el estímulo para vivir como creyentes y como cristianos católicos.

Desde la Edad Media no ha parado de crecer el número de personas que rezamos el Santo Rosario. La experiencia mística de su rezo se ha implantado en hogares, iglesias, monasterios, santuarios, casas de retiro y demás lugares que se prestan al recogimiento espiritual.

El Santo Rosario nos ilumina la figura y la misión salvífica de la Santísima Virgen María. La devoción mariana por el Santo Rosario nos conecta directamente con la voluntad de Jesucristo.

¿PARA QUÉ REZAR EL SANTO ROSARIO?

A través del Santo Rosario suplicamos, de una manera intensa y continuada, a la Santísima Virgen María para que interceda por nosotros en cada momento de nuestra vida cotidiana. La invocamos para que las necesidades propias y ajenas sean cubiertas con dignidad.

Es una invocación de caridad cristiana. Del mismo modo, invocamos universalmente por todas las causas justas de una manera más concreta. Y, especialmente, la invocamos por la Santa Madre Iglesia, que siempre ha actuado como protectora, promotora y benefactora del Santo Rosario.

Al invocar a la Santísima Virgen María, mientras rezamos el Santo Rosario, también comprendemos a Jesucristo desde su Madre, recordamos la presencia eterna de Nuestro Señor Salvador, recorremos el camino evangélico de la Madre y su Hijo, y anunciamos y rogamos a Jesucristo con la Santísima Virgen María. Así es como obtenemos de Ella sus innumerables gracias.

¿CÓMO ACTÚA EL SANTO ROSARIO?

Este sagrado instrumento no funciona en manos de individuos incrédulos. Necesita al que confía, a la persona dispuesta a interpretar cada una de sus cuentas. Porque solo sabiendo rezar y meditar el Santo Rosario se puede comprender y descifrar su mensaje evangélico. En su conjunto, hay que verlo, contemplarlo, sentirlo, percibirlo, discernirlo, creerlo y amarlo. Insistiendo, el Santo Rosario no hace nada por sí solo: necesita las manos piadosas de quien lo reza, de quien, utilizándolo, encuentra la Luz de una manera sencilla y cotidiana.

Cada cuenta permite al cristiano renacer a la vida de gracia como hijo de la Santísima Virgen María; cada cuenta irradia al cristiano los efectos que el Espíritu Santo tuvo y tiene sobre la Madre de Dios; y cada cuenta posibilita contemplar la viva imagen de la Iglesia a través de la eterna presencia de Nuestra Señora Santísima.

¿CÓMO DEBEMOS CONTEMPLAR Y MEDITAR LOS MISTERIOS?

De cara al rezo del Santo Rosario, se requiere una predisposición espiritual para la comprensión del mismo.  Se trata de interactuar perfectamente con lo que queremos comprender, es decir, los Misterios. Al enfocar toda la atención sobre un Misterio, enunciando o leyendo los pasajes correspondientes, nos sumergimos en lo más profundo del contenido bíblico o evangélico.

Si mantenemos un constante estado de atención en el Misterio que contemplamos, nuestra actitud será serena, nos hallaremos en calma. Respiraremos apaciblemente y estaremos totalmente concentrados en la escena de la Sagrada Biblia o del Evangelio, olvidándonos de todo cuanto acontece a nuestro alrededor, de pensamientos ajenos a semejante momento de recogimiento.

Luego rezamos el “Padre Nuestro” y los diez “Ave María”, que ayudan a mantener nuestra atención mientras meditamos el Misterio, esquivando de este modo las distracciones. Porque dichas oraciones evitan las interrupciones o fluctuaciones en la mente orante, lo cual no implica mostrarse indiferente y mecánico con dichas oraciones, sino justamente todo lo contrario, porque debemos rezar con un ritmo pausado y reflexivo para mayor eficacia de la contemplación cristológica.

La repetición de las oraciones es clave en la meditación de los Misterios de Jesucristo, expresión de nuestro amor incansable por el testimonio evangélico, un acto de amor infatigable e incondicional con Nuestra Santísima Virgen María y por Ella hacia su Hijo. Repetimos porque insistimos plenamente en nuestro fervoroso amor por Nuestro Señor Jesucristo.

Entonces seremos conscientes de que, en nuestro estado contemplativo, fluye la Palabra de Dios, identificándonos con Jesucristo. Es el momento, ya en silencio, en que nuestra mente orante comprende el profundo e íntimo significado del Misterio contemplado.

¿QUÉ ES LA CRUZ PARA EL SANTO ROSARIO?

Afortunadamente, la Cruz nos señala como cristianos, es nuestra gloriosa señal, nuestra liberación ahora y siempre por los siglos de los siglos. Es el signo revelador del amor filial de Dios Padre con su Hijo y con el género humano.

En nuestra vida diaria, es una bendición rezar el Santo Rosario, porque la perseverante contemplación de la Cruz es una vía irrenunciable de la santidad cristiana. Es necesario meditar la Cruz por su eficacia salvificadora, la misma que caracteriza al Santo Rosario en su conjunto oracional, ambos sacrosantos instrumentos de santificación.

En definitiva, el Santo Rosario no es un fin, sino un medio para el cristiano y para su santidad.

You may also like...

Deja tu comentario

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

Translate »
error: Content is protected !!