Oración de San Bernardo
Cuando se levanten los huracanes de tus preocupaciones, eleva tu alma e invoca a tu Dios. Si las olas de las tempestades de la vida quieren hundir la barca de tu espíritu, eleva una oración hacia tu Dios y sentirás que Jesús viene a calmar tu tempestad. Si el recuerdo de tus muchos pecados quiere lanzarte al abismo de la desesperación, rézale a la Madre de Dios, y Ella intercederá ante su santísimo Hijo, y entre los dos te traerán la paz y el perdón. Rezando no te extraviarás por los oscuros caminos de la vida. Teniendo fe en Dios, no te desesperarás y guiado por la oración, llegarás al Puerto de la paz, a pesar de los piratas y a pesar de las tempestades.