NOVENA A SAN JUDAS TADEO: DÍA 9
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO de CONTRICIÓN
Oh Dios mío, con todo mi corazón me pesa haberte ofendido. Aborrezco todos mis pecados por el miedo de perder el Cielo y merecer el infierno. Pero más me pesa, haberte ofendido porque eres infinitamente bueno y digno de ser amado. Firmemente resuelvo, con la ayuda de tu Gracia, confesar mis pecados, hacer penitencia y enmendar mi vida. Amén.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
¡Oh glorioso Apóstol San Judas Tadeo, discípulo fiel y amigo del Señor Jesús! Te invocamos como Patrono en los casos difíciles y humanamente desesperados. Ruega por mí, pobre pecador, a Dios Todopoderoso, pues me hallo desesperado por:
(hacer aquí mención de la aflicción que nos agobia)
y socórreme, si es para mi provecho, gloria de Dios y honor tuyo.
Te prometo, glorioso San Judas, acordarme siempre de tu protección y hacer lo que pueda para extender tu devoción. Amén.
EL PODER DE SAN JUDAS TADEO
Leemos en el Evangelio de San Marcos que “Los Apóstoles salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban” (Mc. 16, 20).
Según una tradición, San Judas Tadeo al predicar el Evangelio en Persia, convirtió a innumerables paganos, entre ellos al mismo Rey de Edesa, Agábaro, curándolo en su cuerpo y en su alma. Sus enemigos, los magos e impostores, nada pudieron contra San Judas pues quitó el veneno mortal a las serpientes que le arrojaron.
Podemos con toda confianza acudir al poder de San Judas Tadeo en aquellos casos en que toda esperanza, humanamente hablando, parece no existir. La devoción auténtica a San Judas Tadeo implica, por supuesto, el compromiso de vivir en Gracia de Dios, cumpliendo a la perfección los mandamientos tanto de Dios como de la Santa Madre Iglesia. Sería una incongruencia esperar un favor de un Santo, estando al mismo tiempo alejados de Dios por el pecado mortal.
Con la conciencia tranquila después de haber recibido la absolución en el Sacramento de la Reconciliación, después de habernos alimentado con el Sacratísimo Cuerpo de Cristo en una santa comunión, podemos acudir a San Judas Tadeo invocando su intercesión ante Jesucristo, su pariente próximo y Dios Todopoderoso.
En caso de haber sido escuchadas nuestras súplicas, no olvidar dar gracias tanto a Dios como a San Judas Tadeo y propagar su devoción evitando supersticiones y exageraciones, que no agradan a nuestro Santo.
(Pedir a continuación la gracia especial que desea obtener por la intercesión de San Judas Tadeo y con mucha fe, recitar las siguientes INVOCACIONES):
San Judas Tadeo, Apóstol y testigo de Jesucristo: Ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, que fuiste lleno del Espíritu Santo en Pentecostés: Ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, que te compadeces de los afligidos: Ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, que obtienes de Dios grandes milagros: Ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, Abogado fiel en los casos difíciles: Ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, afortunado pariente del Señor: Ruega por nosotros.
San Judas Tadeo, poderoso intercesor de cuantos acuden a ti: Ruega por nosotros.
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Oh Dios, que nos concediste la gracia de llegar a conocer tu Santo Nombre por la predicación de los Apóstoles como San Judas Tadeo, concédenos por su intercesión llegar a practicar sus virtudes y a reflejarlas con una vida santa.
Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén