Hora Santa y Acto Reparación a Jesús Eucaristía

Hora Santa

Acto de Reparación por la Profanación de la Eucaristía

Quizás recién has conocido el catolicismo, o tal vez ya tienes un tiempo en la Iglesia Católica, pero aún no sabes por qué muchos católicos van a rezar ante el Santísimo Sacramento especialmente los días jueves.

Es normal encontrarse con parroquias que aconsejan con insistencia ir los jueves a rezar al Señor en la Eucaristía.

Son dos las razones por las que la Iglesia eligió el jueves como el día de adoración eucarística:

Jueves Santo

Esta es la razón principal por la que el jueves es considerado eucarístico. Recordemos que en la Semana Santa se recuerda la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.
Fue el Jueves Santo el día en que se celebró la Última Cena y en ella se instituyó la Eucaristía.

La Iglesia conmemora la Pasión todas las semanas y por eso se celebra Misa cada domingo, en memoria de la resurrección de Cristo.

Sagrado Corazón de Jesús

Un hecho ocurrido en 1673, con Santa Margarita María de Alacoque, coronó los jueves como días especialmente eucarísticos.

Fue a ella a quien se le apareció el Sagrado Corazón de Jesús durante dos años. La primera vez que se le apareció, ella estaba rezando en el Santísimo.

Cristo se le aparecía cada primer viernes de cada mes, y en una ocasión indicó que todas las noches del jueves al viernes, haría que la santa le acompañe en el Huerto de los Olivos; para rezar la misma plegaria que Él hizo al Padre la noche antes de morir.

Así cada jueves se hizo común tener la “Hora Santa” para acompañar a Cristo en oración antes del Viernes de la Pasión.

Historia y Difusión

El punto de partida de la Hora Santa se remonta directamente a las revelaciones de Paray-le-Monial (Francia) y tiene su origen en el Corazón mismo de Nuestro Señor.  Jesús se aparece en 1674 a una “pequeña monja”, Santa Margarita María Alacoque (1647-1690) mientras estaba en adoración. Hablando de Getsemaní, le dijo:

“Aquí es donde sufrí interiormente más que en todo el resto de mi pasión, al sentirme totalmente abandonado por el cielo y la tierra, cargado con todos los pecados de los hombres… Y para unirte a mí, en la humilde oración que presentarás a mi Padre en medio de todas las angustias, te levantarás entre las once y la medianoche para postrarte durante una hora, conmigo…”

En esa Hora, se hacía partícipe de la tristeza de Jesús en Getsemaní. Así nació la devoción de la Hora Santa, que se fundamenta en tres pilares esenciales, recogidos en las memorias de Santa Margarita María: la oración reparadora, la unión con Jesús sufriente en Getsemaní y los gestos de humillación. A la luz de este mensaje, muchos hombres y mujeres se adhirieron a la práctica de esta oración y en 1829 nació la Cofradía de la Hora Santa de Paray le Monial, a la que siguieron otras, distribuidas por todo el mundo. Entre ellas se encuentra la Cofradía de la Hora Santa de Getsemaní, instituida el 6 de abril de 1933 por disposición del Custodio de Tierra Santa, precisamente en el mismo lugar donde Jesús vivió aquella Hora “terrible y maravillosa”.

¿Cómo se realiza la Hora Santa?

Es una hora de meditación sobre la agonía de Jesús en el Huerto de los Olivos. Se hace rezando vocal o mentalmente, sin necesidad de escoger una oración concreta u otra; sin embargo podemos recurrir a algún texto o audio que nos ayude a entrar en esa comunión con el Amor de los Amores. El espíritu que guía la oración es compartir con Jesús ese momento: sufrir con Él, revivir su angustia, su combate, su lucha, su resistencia ante aquel amargo cáliz. Pero también vivir con Él la alegría verdadera, la paz infinita que nace del abandono a la voluntad del Padre, en la certeza de su Amor por nosotros.

¿Cuándo se reza la Hora Santa?

Jesús pidió a Santa Margarita María que la hora de oración se hiciera los jueves, desde las once hasta la medianoche. La Iglesia, para facilitar que muchas personas tengan la posibilidad de unirse a esta bellísima devoción, propone poderla realizar en cualquier momento.

¿Dónde se reza la Hora Santa?

Poder rezar la Hora Santa en la iglesia, en presencia del Santísimo Sacramento, ayuda y favorece la meditación y la oración. Si eso no fuese posible, cualquier lugar puede acoger la oración. Si nuestro deseo es fuerte, basta recordar las palabras del mismo Jesús:

“Entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo escondido” (Mt 6, 6).

Ninguna circunstancia o lugar pueden impedirnos entrar en nuestro corazón para estar con Él.

Acompañemos a Cristo en oración y fortalezcamos nuestra relación con Él. Los Jueves Eucarísticos son muy especiales para la vida espiritual.

You may also like...

Deja tu comentario

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

Translate »
error: Content is protected !!