El Tesoro de las Indulgencias

Tesoro de las Indulgencias

¿Qué sucede con nuestros pecados cuando acudimos al sacramento de la Confesión?

La Confesión perdona la “pena eterna”, en los casos de los pecados mortales. Pero, nos aún nos falta a nosotros limpiar la “pena temporal” (cerrar los huecos en nuestra puerta de madera).

Esta “pena temporal” la podemos ir reparando y borrando, entre otras formas, con nuestras obras de caridad, nuestros sacrificios, nuestras oraciones, nuestro Amor a Dios y el ofrecimiento a Dios de nuestro trabajo, dolor y sufrimiento por amor a Él. Cuando hacemos buenas obras por amor a Dios y ofrecemos todo lo bueno que hacemos, con amor y por amor a Dios y a los demás, estamos también reparando y purificando nuestra alma.

Sin embargo, también podemos ir borrando esta parte del pecado por medio de las Indulgencias.

Las indulgencias son cosas específicas que podemos hacer para reparar ese daño; “para cerrar los huecos de nuestra puerta”.

El Catecismo de la Iglesia Católica en el artículo #1471, nos dice que:

La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia.

En otras palabras, las penas temporales son reparadas, si luego de habernos confesado sacramentalmente, llevamos a cabo ciertas condiciones que la Iglesia ha definido como medios de reparación.

Las indulgencias pueden ser solo de dos tipos: Indulgencias Plenarias o Indulgencias Parciales.

Las Indulgencias Plenarias nos limpian de toda “pena temporal”, mientras que las parciales solo de alguna parte.

Según el Catecismo de la Iglesia Católica (#1472), solo tenemos dos tiempos en los que podemos reparar la “pena temporal”: durante nuestra vida o en el Purgatorio. Por eso, las indulgencias son un medio dado por la Iglesia para que durante nuestra vida, podamos reparar nuestras “penas temporales”.

Las indulgencias las podemos obtener solamente para nosotros o para las almas del Purgatorio.

Para obtener las indulgencias plenarias es necesario 4 cosas:

  1. Confesión Sacramental. Puede ser antes, durante o después de obtenerse la Indulgencia. Usualmente se puede tomar como referencia ocho días antes u ocho días después. Siempre es preferible confesarse antes de adquirir la indulgencia.
  2. Recibir Comunión Sacramental. Es preferible hacerlo el mismo día de la indulgencia.
  3. Rezar por las intenciones del Sumo Pontífice. Basta con un Padre Nuestro y un Ave María. Cuando el acto específico que debemos hacer para obtener la indulgencia conlleva acudir a un lugar en particular, se requiere también rezar el Credo.
  4. Hacer la acción específica que conlleva la Indulgencia. En este caso, va a depender del tipo de indulgencia. Pues veremos más adelante que podemos ganar una indulgencia plenaria al rezar el Rosario en familia, siempre que se cumplan con todas las condiciones. Por lo tanto, en este ejemplo, la acción específica sería rezar el Rosario en familia.

En mi próxima publicación les mencionaré las indulgencias para esta Semana Santa.

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