El Silencio de María – Ignacio Larrañaga – libro
En este libro el Padre Larrañaga trata de explicarnos parte de la vida de María, a través de investigaciones y materiales recopilados sobre su vida.
¿Recuerdos de María que Lucas encontró e insertó en su Evangelio? … tal vez.
La humildad de ella es tan inmensa que sólo eso importa, y para ella sólo Dios importa …
Jesús como su Hijo la preparará para su función Espiritual. María Madre preocupada por su hijo, pero entendiendo o no en silente estado.
María con sentimientos encontrados de entrega total y de incomprensión. Aceptación sin límites; Amor hacia el padre, Fe, y más silencio …
Es importante verla desde su concepción humana, con encrucijadas y emergencias, pero salvando siempre su fidelidad hacia el Señor Dios.
Desde la anunciación su entrega es absoluta y bella; guardando en su corazón la perturbación de su alma y la luz en su vientre.
María creía … confiaba … ella era la esclava del Señor.
La visita extraordinaria del Ángel mensajero de Dios la sorprende. Se siente sola, extraña; pero con absoluta madurez y naturalidad, a pesar de su corta edad, acepta, confía y se entrega. Sin exigencias, sin dudas, sin preguntas.
Pasan los años … La realidad se ve opaca, anodina. Su hijo trabajando, ella sólo observando …
Se mueve entre luces y sombras, entre supuestos y negaciones. Tratando de negar lo innegable, de alargar el tiempo de lo impostergable.
Ante la inminente muerte de su Hijo, desde su silencio parece decir nuevamente al igual que aquella vez frente a la aparición del Ángel: -Hágase … Incomprensible y tremendamente doloroso, pero … Hágase.
Su imagen de Madre doliente se contrapone con su altivez frente al dolor del calvario; y la convierte en una Reina.
Esta maravillosa mujer es María: la belleza de la entrega, la sumisión sin preguntas, la humildad reflejada en su luz y transparencia.
Frente a la muerte de su hijo, con su profundo dolor se convierte en nuestra madre. Madre que nunca sería alcanzada por la muerte al igual que Él.
Madre de paz, de alegría, de gozo. Mezcla de inmensa dulzura y fortaleza invencible.
María madre de Cristo y Madre nuestra, aceptamos tu silencio con veneración.