Día 9 – José y la Trinidad

33 DÍAS DE CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ

DÍA 9 –JOSÉ Y LA TRINIDAD

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

Señor, Dios Padre Todopoderoso, ten piedad de nosotros.

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Espíritu Santo, Fuente de luz. Ilumínanos.

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran señora.

San José, ruega por nosotros.

CITA

“Te aconsejo que tengas una devoción especial a san José, porque es el Patrono de la vida interior. Después de la Madre de Dios, nadie ha tenido mayor intimidad con la Trinidad Beatísima que él.” (san Josemaría)

REFLEXIÓN

¿Cómo es esa relación estrecha de José con la Santa Trinidad? Hemos hablado ya de la esencia del Padre celestial escondida en la figura de José. La persona del Verbo, es el Hijo de Dios y de María que él reconoce como propio. Después de María, nadie fue capaz como José, de estar tan cerca del corazón de Jesús, de abrazarlo, de velar su sueño y de contemplarlo tanto en la humanidad de su hijo adoptivo, como en la grandeza de ser su Dios.

José también entra en relación estrecha con el Espíritu Santo, que habita permanentemente en María. Ella es su esposa, pero también lo es del Espíritu Santo, que la cubre con su sombra, que está presente en cada una de sus palabras y acciones.

Pero Dios es uno solo y se comunica en totalidad, no en partes. Las tres divinas Personas son en realidad una diferencia en la unidad. La Trinidad completa se comunicó en nuestra historia en la Sagrada Familia. Es como si por un momento, dejara el cielo para hacerse patente en la tierra.

José fue el único hombre, igual en todo a nosotros, hasta en la herida del pecado original, que pudo tener una relación así de cercana con la Santísima Trinidad.

PROPÓSITO O TAREA

Dedica unos minutos en la oración a entrar en comunión con la Santísima Trinidad a través de la Sagrada Familia y pide a Dios que aumente tu fe, aliente tu esperanza y fortalezca tu caridad.

ORACIÓN A SAN JOSÉ

Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María

A ti Dios confió a su Hijo, en ti María depositó su confianza, contigo Cristo se forjó como hombre.

¡Oh, bienaventurado José!

Muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la vida.

Concédenos gracia, misericordia y valentía y defiéndenos de todo mal.

Amén.

(Francisco. Patris Corde)

Autor: Padre Guillermo Serra, L.C.

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