Día 7: Amar lo eterno

CAMINO HACIA EL CORAZÓN DE JESÚS
DÍA 7: AMAR LO ETERNO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Breve silencio para ponerse en presencia de Dios, rogando al Corazón Inmaculado de María, sea nuestra guía en este camino hacia el Corazón de su Hijo Jesucristo.

ORACIÓN INICIAL

Corazón sagrado de mi amado Jesús, yo aunque pobre criatura, te doy y consagro mi persona, vida y acciones, penas y padecimientos, deseando que ninguna parte de mi ser me sirva si no es para amarte, honrarte y glorificarte. Esta es mi voluntad: ser todo tuyo y hacerlo todo por tu amor, renunciando de todo mi corazón a cuanto pueda desagradarte.

CITA

“Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra.” Col 3, 2

REFLEXIÓN

Un Corazón que dejando el cielo se hizo de carne para divinizar nuestro corazón y hacerlo eterno en el amor. Amar lo eterno, lo que no cambia, para siempre.

Nuestro corazón está inquieto y no descansará hasta que quede lleno de todos sus deseos y anhelos. Por eso busca, y aunque a veces se equivoque, se levanta y sigue en esa búsqueda por el amor incondicional y eterno que sólo Dios puede dar.

Dios Padre creo esa tensión dentro de nuestros corazones hacia lo eterno. Descálzate cada día para descubrir la presencia del amor de Dios que te grita: aquí estoy, mira a lo alto, no te quedes en lo pasajero. Mi corazón arde de amor por ti.

ORACIÓN

TERRENO SAGRADO

Mi historia tiene muchos capítulos
y sé que no todos los he caminado de tu mano
Pero si tengo una certeza Señor
es que Tú si la has caminado a mi lado

Ante Ti no puedo dejar de reconocer
que tu corazón siempre ha ardido
en cada paso de mi duro camino
siendo una luminosa señal de tu poder

Me pides descalzarme ante tu presencia
y vivir esta experiencia
con un profundo sentido de lo sagrado
por el amor con que me has amado

Te pido luz y fuerza
para reconocer en mi vida entera
el don de tu presencia

Para así descalzarme
ante todo recuerdo
ante toda experiencia
ante todo sentimiento

Quiero sentir en lo más hondo
el paso de tu suave espíritu
Aquél que me consoló
Aquél que me acompañó
Aquél que me hirió
Aquél que me curó

Para por fin comprender
desde el fuego ardiente de la fe
que cada capítulo de mi ayer
ha sido un nuevo amanecer
regalo tuyo sin yo deberlo merecer

Descálzate alma mía
Camina, avanza y confía
Dios está ante ti y te mira
con el fuego eterno que ilumina

Del Libro Jesús a mi alma, P. Guillermo Serra, L.C.

ORACIÓN PARA REPETIR DURANTE EL DÍA

Corazón de Jesús llevado al cielo, enséñame a buscar lo divino, lo que permanece.

Autor: Padre Guillermo Serra, L.C.

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