33 DÍAS DE CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ
DÍA 33 – CONSAGRACIÓN
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
Señor, Dios Padre Todopoderoso, ten piedad de nosotros.
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Espíritu Santo, Fuente de luz. Ilumínanos.
María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran señora.
San José, ruega por nosotros.
INVITACIÓN
Donde sea posible, se invita a participar en la Santa Misa en este día final de consagración a san José.
Al finalizar la Misa, idealmente frente a una imagen de san José, si no hubiese ante el Sagrario, se leerá pausadamente la consagración que se sugiere.
ACTO DE CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ
Bienaventurado san José, deseo en este día presentarme ante ti, protector de la Sagrada Familia y de mi corazón, para consagrarme a tu cuidado.
Quiero imitar las virtudes que adornaron tu vida en esta tierra, para así aprender a querer cada día más a Jesús y a María en mi corazón, cuidarlos y sobre todo a dejarme cuidar por ellos.
Tú los conociste mejor que nadie, por eso quiero que esta consagración sea un compromiso, para que bajo tu custodia mi corazón pueda sanar desde el silencio que acoge; desde la obediencia que confía y desde la mirada limpia que bendice a toda creatura, especialmente a mis hermanos más necesitados.
Que la humildad crezca cada día en mi alma y que ella sea la puerta que deje entrar todas las virtudes que tú viviste en modo privilegiado.
Que no tenga miedo de las pruebas y dificultades, siguiendo tu ejemplo de confianza, para que, a través de ellas, Dios pueda obrar la salvación en mi vida.
Que viva una pobreza espiritual fundada en la sabiduría divina, que vela y me cuida con su misericordia, sabiendo que todo contribuye para el bien de los que aman a Dios.
San José, quiero ser un reflejo de tu entrega desinteresada y silenciosa, para que brille en mí la fuerza de Jesús y la presencia de María.
Bajo tu mirada pongo mi vida para que me lleves por los caminos de este mundo con la fe que viviste junto a la Sagrada Familia. Amén.
(Autor: P. Guillermo Serra, L.C.)