Día 29: Martirio

CAMINO HACIA EL CORAZÓN DE JESÚS
DÍA 29: MARTIRIO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Breve silencio para ponerse en presencia de Dios, rogando al Corazón Inmaculado de María, sea nuestra guía en este camino hacia el Corazón de su Hijo Jesucristo.

ORACIÓN INICIAL

Corazón sagrado de mi amado Jesús, yo aunque pobre criatura, te doy y consagro mi persona, vida y acciones, penas y padecimientos, deseando que ninguna parte de mi ser me sirva si no es para amarte, honrarte y glorificarte. Esta es mi voluntad: ser todo tuyo y hacerlo todo por tu amor, renunciando de todo mi corazón a cuanto pueda desagradarte.

CITA

“¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La tribulación? ¿La angustia? ¿La persecución? ¿El hambre? ¿La desnudez? ¿Los peligros? ¿La espada? Pero en todo esto salimos vencedores gracias a Aquél que nos amó.” Rm 8, 35-37

REFLEXIÓN

La sangre de mártires es semilla de cristianos. Gracias San Pedro y San Pablo por el amor incondicional al Sagrado Corazón del Maestro.

Ahora me toca a mí ser testigo del amor que he experimentado en el Corazón de Jesús en este caminar que me ha llenado de intimidad. No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto, oído y tocado, del Maestro.

La devoción al Corazón de Jesús nos lleva necesariamente a dar testimonio de su amor al mundo. Un testimonio que no siempre va a ser fácil. Ya lo dijo Cristo: Si a mí me persiguieron, también a ustedes.

Que este camino nos fortalezca para estar siempre listos a dar razones de nuestra fe y de nuestro amor a Jesús.

ORACIÓN

TÚ SÍGUEME
Jn 21,15

Me miras de nuevo con ojos de resucitado
Y tres veces me interrogas sin darte por vencido
Con paciencia me preguntas por el amor herido
Me regalas la oportunidad de reparar mi negación

Tú lo sabes todo, te respondo, sin afán de presunción
Me rindo en mi amor y al tuyo me someto
que es mi seguridad, y por él te prometo
que todo lo mío es tuyo y que en Ti sólo confío

Me preguntas por el amor más alto, el ágape de comunión
Te respondo con humildad que no estoy listo
que me conozco y que ya me has visto
soy pecador y he caído, pero te prometo que te quiero

Por última vez me interrogas y me sorprendes
No me corriges, ni me regañas, me preguntas con suavidad
Pedro ¿me quieres hasta la humildad?
Yo contento, te contesto: Tú lo sabes todo, Tú sabes que te quiero

Del Libro Jesús a mi alma, P. Guillermo Serra, L.C.

ORACIÓN PARA REPETIR DURANTE EL DÍA

Corazón de Jesús, formador de apóstoles, enciende mi corazón de amor a las almas.

Autor: Padre Guillermo Serra, L.C.

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