Día 29 – José, el Santo de los Santos

33 DÍAS DE CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ

DÍA 29 – JOSÉ, EL SANTO DE LOS SANTOS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

Señor, Dios Padre Todopoderoso, ten piedad de nosotros.

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Espíritu Santo, Fuente de luz. Ilumínanos.

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran señora.

San José, ruega por nosotros.

CITA

“San José recibió los dones más abundantes y extraordinarios de santidad infusa. Su santidad adquirida… era un conjunto de todas las virtudes, elevadas a un grado heroico”. (San Pedro Julián Eymard)

REFLEXIÓN

José no fue concebido sin la huella del pecado original como María, sin embargo, se considera que fue santificado en el vientre de su madre, como Juan el Bautista. Si ese privilegio se otorgó a quien anunciaría a Jesús, ¿cómo no se le daría a quien estuvo en mayor contacto, después de María, con Dios hecho hombre?

Creer en la santidad de José no es un dogma de la Iglesia, ni algo indispensable para nuestra salvación, sin embargo, conociendo el corazón de Dios, no es difícil imaginar en qué grado le otorgaría la gracia santificante a quien tuvo como misión ser el padre terreno del Mesías; y José nunca se resistió a dicha gracia, por lo que pudo ir creciendo en perfección.

Las Escrituras refieren que al resucitar Jesús, muchos justos resucitaron con Él. La piedad popular sostiene que uno de ellos fue su padre. Santo Tomás defiende este concepto y sostiene que sin la asunción gloriosa de José en cuerpo y alma, la Sagrada Familia no estaría reconstituida en el cielo con exaltación gloriosa.

PROPÓSITO O TAREA

Nos estamos acercando al final de este camino. Pide a san José que te alcance la gracia de perseverar en la devoción a él, en tenerlo como modelo e intercesor y que tu fervor no sea pasajero.

ORACIÓN A SAN JOSÉ

Glorioso San José, protector, modelo y guía de las familias cristianas: Te ruego protejas a la mía. Haz reinar en ella el espíritu de fe y de religión, la fidelidad a los mandamientos de Dios y de la Iglesia, la paz y la unión de los hijos, el desprendimiento de los bienes temporales y el amor a los asuntos del cielo.

Dígnate velar sobre todos nuestros intereses. Ruega al Señor que bendiga nuestra casa. Otorga la paz a la familia, acierto a los hijos en la elección de estado.

Concede a todos los miembros de nuestra familia y de todas las familias de la tierra, la gracia de vivir y morir en el amor de Jesús y de María. Amén.

Autor: Padre Guillermo Serra, L.C.

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