33 DÍAS DE CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ
DÍA 28 – SENCILLEZ
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
Señor, Dios Padre Todopoderoso, ten piedad de nosotros.
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Espíritu Santo, Fuente de luz. Ilumínanos.
María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran señora.
San José, ruega por nosotros.
CITA
“Se define su puesto en la historia de la salvación y José entra en este puesto con la sencillez y humildad en las que se manifiesta la profundidad espiritual del hombre; y él lo llena completamente con su vida” (Juan Pablo II. Audiencia general. Marzo 1980).
REFLEXIÓN
La sencillez de José no se refiere solamente a la forma en la que vivió en relación a lo material, sino también en la esfera espiritual.
Sabemos que José fue pobre, no poseía ni ambicionaba tierras o bienes en abundancia. Para ganarse la vida ejercía su trabajo como artesano, con rectitud y honradez. Era reconocido como un hombre justo, pero no por tener una posición privilegiada o de poder en la sociedad. José no daba importancia a las apariencias y se conformaba tan sólo con lo necesario.
Conservó un espíritu sencillo, no se prestó a grandes debates entre la fe y la razón. Con docilidad aceptó lo que se le revelaba y sin cuestionamientos, asumió responsablemente los acontecimientos misteriosos en su propia vida.
La pobreza espiritual encarnada por José es total. Se reconoce pequeño y limitado, pero espera todo del Padre celestial y su divina Providencia. Fue ese corazón sencillo que lo hizo digno ante Dios para custodiar a Jesús y a su madre.
¡Cuánto necesita el mundo actual de la virtud de la sencillez! Basamos nuestro éxito y satisfacción en la conquista de un mayor nivel social, en la posesión de bienes o en los placeres efímeros, y poco a poco en un mar de superficialidad, vamos perdiendo de vista la riqueza y profundidad de nuestra alma.
PROPÓSITO O TAREA
Con mucha honestidad, pide al Espíritu Santo que te ayude a discernir sobre una actitud o posesión a la que puedas renunciar por amor a Dios. Invoca la ayuda de san José.
ORACIÓN A SAN JOSÉ
Glorioso San José, protector, modelo y guía de las familias cristianas: Te ruego protejas a la mía. Haz reinar en ella el espíritu de fe y de religión, la fidelidad a los mandamientos de Dios y de la Iglesia, la paz y la unión de los hijos, el desprendimiento de los bienes temporales y el amor a los asuntos del cielo.
Dígnate velar sobre todos nuestros intereses. Ruega al Señor que bendiga nuestra casa. Otorga la paz a la familia, acierto a los hijos en la elección de estado.
Concede a todos los miembros de nuestra familia y de todas las familias de la tierra, la gracia de vivir y morir en el amor de Jesús y de María. Amén.
Autor: Padre Guillermo Serra, L.C.