Día 26 – Confianza en Dios

33 DÍAS DE CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ

DÍA 26 – CONFIANZA EN DIOS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

Señor, Dios Padre Todopoderoso, ten piedad de nosotros.

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Espíritu Santo, Fuente de luz. Ilumínanos.

María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran señora.

San José, ruega por nosotros.

CITA

“Veneremos, por tanto, al padre legal de Jesús, porque en él se perfila el hombre nuevo, que mira con fe y valentía al futuro, no sigue su propio proyecto, sino que se confía totalmente a la infinita misericordia de Aquél que realiza las profecías y abre el tiempo de la salvación” (Benedicto XVI Angelus. 19 dic 2010).

REFLEXIÓN

No hay verdadero abandono sin confianza. La certeza de que Dios es siempre Bueno y Fiel, estaba firmemente plantada en el corazón de José. Pero… ¿De dónde venía esa confianza? Sabemos que era un hombre justo, conocedor de las Escrituras, no dudaba de la alianza que Dios había hecho con su pueblo ni olvidaba las grandes proezas que había realizado en su beneficio. Pero había algo más. Una experiencia personal de Dios y su infinito amor. José tuvo una revelación en sueños y decidió creer. La confianza es una gracia, José la pidió y no le fue negada. Aceptó lo que humanamente parecía imposible y con ello abrió la puerta de su corazón al Espíritu Santo, que es el último responsable de esa confianza ciega en Dios y su misericordia.

Su Hijo era Dios. ¿Cómo iba a nacer en una cueva? ¿Cómo podía correr peligro de morir a manos de Herodes? ¿Por qué tenían que vivir en el exilio? ¿Cuándo se manifestaría como el Mesías? Todas son dudas legítimas, pero José no hizo ninguno de estos cuestionamientos; porque cuando se confía de verdad, las preguntas son innecesarias, salen sobrando. No hay una batalla entre la fe y la razón, simplemente se actúa.

El Papa Francisco nos dice que “no debemos tener miedo de ceder a Dios el timón de nuestra barca. A veces, nosotros quisiéramos tener todo bajo control, pero Él tiene siempre una mirada más amplia.” Y José supo hacer exactamente eso.

PROPÓSITO O TAREA

Pide ayuda a san José para confiar en aquello que más te cueste entregar a Dios para así dejarlo en sus manos.

ORACIÓN A SAN JOSÉ

Glorioso San José, protector, modelo y guía de las familias cristianas: Te ruego protejas a la mía. Haz reinar en ella el espíritu de fe y de religión, la fidelidad a los mandamientos de Dios y de la Iglesia, la paz y la unión de los hijos, el desprendimiento de los bienes temporales y el amor a los asuntos del cielo.

Dígnate velar sobre todos nuestros intereses. Ruega al Señor que bendiga nuestra casa. Otorga la paz a la familia, acierto a los hijos en la elección de estado.

Concede a todos los miembros de nuestra familia y de todas las familias de la tierra, la gracia de vivir y morir en el amor de Jesús y de María. Amén.

Autor: Padre Guillermo Serra, L.C.

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