33 DÍAS DE CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ
DÍA 25 – DESAPEGO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
Señor, Dios Padre Todopoderoso, ten piedad de nosotros.
Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.
Espíritu Santo, Fuente de luz. Ilumínanos.
María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos gran señora.
San José, ruega por nosotros.
CITA
“José me sirvió tan fielmente que jamás oí de su boca una sola palabra de lisonja, ni de murmuración, ni de ira, pues era muy paciente, cuidadoso en su trabajo y cuando era necesario, suave con los que reprendía, obediente en servirme, pronto defensor de mi virginidad, fidelísimo testigo de las maravillas de Dios. Igualmente, estaba tan muerto al mundo y a la carne que no deseaba más que las cosas celestiales” (Revelación de la Virgen María a Santa Brígida).
REFLEXIÓN
El corazón humano está sujeto a muchas pasiones; las hay espirituales o carnales, algunas duraderas y otras efímeras, unas son suaves y otras arrebatadoras, unas evidentemente malas y otras ocultas tras el velo de lo que es aparentemente bueno. Las pasiones nos mueven, dirigen nuestras acciones hacia nuestro deseo y por tanto pueden ser egoístas en sí mismas. Buscamos nuestro propio bien, nuestro placer y satisfacción. Son propias de nuestra condición humana y en nosotros está aprender a dominarlas o encauzarlas hacia la consecución de un bien mayor.
José es un gran maestro en este campo. Él era todo de Dios, todo de Jesús y todo de María. Su bienestar, su seguridad y el cumplimiento de su misión eran para José lo único importante. Supo desprenderse del proyecto que se había hecho para su vida, sus ambiciones laborales, el lugar donde debía vivir, de la idea que tenía sobre el matrimonio, del deseo de todo hombre judío de tener un hijo de su carne, del protagonismo público… a todo renunció José por amor. Amor a Dios en primer lugar y amor a su familia. Un amor puro, que no busca nada para sí mismo.
San Francisco de Sales dice que el verdadero abandono consiste en “nada querer, nada pedir, nada rehusar” y así hizo José, quedándose vacío de todo, su corazón se llenó de Dios y Dios… también se dio todo a José.
PROPÓSITO O TAREA
En oración pide al Espíritu Santo luz para identificar cuáles son las pasiones que más te estorban en tu vida y pide a san José que te ayude a dominarlas.
ORACIÓN A SAN JOSÉ
Glorioso San José, protector, modelo y guía de las familias cristianas: Te ruego protejas a la mía. Haz reinar en ella el espíritu de fe y de religión, la fidelidad a los mandamientos de Dios y de la Iglesia, la paz y la unión de los hijos, el desprendimiento de los bienes temporales y el amor a los asuntos del cielo.
Dígnate velar sobre todos nuestros intereses. Ruega al Señor que bendiga nuestra casa. Otorga la paz a la familia, acierto a los hijos en la elección de estado.
Concede a todos los miembros de nuestra familia y de todas las familias de la tierra, la gracia de vivir y morir en el amor de Jesús y de María. Amén.
Autor: Padre Guillermo Serra, L.C.