Día 2: Resurrección

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Breve silencio para ponerse en presencia de Dios, rogando al Corazón Inmaculado de María, sea nuestra guía en este camino hacia el Corazón de su Hijo Jesucristo.

ORACIÓN INICIAL

Corazón sagrado de mi amado Jesús, yo aunque pobre criatura, te doy y consagro mi persona, vida y acciones, penas y padecimientos, deseando que ninguna parte de mi ser me sirva si no es para amarte, honrarte y glorificarte. Esta es mi voluntad: ser todo tuyo y hacerlo todo por tu amor, renunciando de todo mi corazón a cuanto pueda desagradarte.

CITA

“Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá.” Jn 11, 25

REFLEXIÓN

Vivir con los ojos puestos en el cielo, ver todo a través de su Corazón para que mi corazón transcienda. El corazón de Jesús resucita traspasado, herido. Su amor en la tierra se proyecta también hacia el cielo.

Así, nos enseña a mirar siempre hacia el cielo, nuestra morada definitiva.

Conocer a Jesús es tener ya la vida eterna. La vida eterna se consigue por medio de la resurrección. Por eso, te invito a que habites en el corazón de Jesús para que Él te enseñe a resucitar tu propio corazón. Es decir, a morir a ti mismo para entrar en la dimensión de la eternidad. Dejar que Jesús entre, purifique, sane, y resucite cada rincón para amar de verdad, para amar por siempre. Que nuestro corazón resucite dentro del de Jesús.

ORACIÓN

RESUCITA MI VIDA

Los recuerdos llenan mi mente
del ruido y los gritos traidores
de los ríos de sangre que bajan
por la cruz y tu cuerpo herido

El silencio cansado de tus palabras
La oscuridad que cubrió el cielo
El viento suave que se hizo fuerte
El templo débil que rasgó su velo

Aquí estoy, a tu puerta santa
la del sepulcro oscuro y triste
Con un corazón que ya no aguanta
la soledad del día que Tú partiste

Resucita mi vida, la tuya y la mía
Si Tú resucitas, abrazaré la vida
Ahora vivo muerto, sin aliento
perdido y sin conocimiento

Resucita Tú Jesús, te necesito
Necesito esta vida tuya y también la mía
Resucita ya no tardes, viene el día
El tercero, el de la alegría

Resucita mis temores, los mayores
Resucita mis rencores, los traidores
Resucita mis amores, los cantores
Resucita mis valores, los mejores

Resucita mis dudas
las que lejos de ti me llevaron
Aquellas que no supe crucificar
ni con confianza a ti entregar

Jesús a mi alma

Resucita sí, esos temores
Son tuyos y son como leones
Pero antes, dobla sus rodillas
Ponlos en silencio a mis pies
a la sombra de la cruz
Así serán crucificados
y podrán resucitar por fin

Del Libro Jesús a mi alma, P. Guillermo Serra, L.C.

ORACIÓN PARA REPETIR DURANTE EL DÍA

Corazón de Jesús, Resurrección y Vida, haz que viva por Ti y en Ti.

Autor: Padre Guillermo Serra, L.C.