¿Cómo prepararse para hacer esta Consagración Total a Jesús por María?
INTRODUCCIÓN
El proceso de preparación consiste en dos movimientos –vaciarse del espíritu del mundo y llenarse del Espíritu de Jesucristo. Estos dos movimientos también son los movimientos básicos de la espiritualidad de San Luis María Grignon de Montfort.
Para hacer el primer movimiento se dedican al menos doce días al conocimiento del espíritu del mundo y sus efectos en nuestras vidas. Por medio de oración y mortificación se lucha contra este espíritu y su sabiduría falsa para permitirse ver con más claridad la luz del Evangelio. Después de renunciar al espíritu del mundo uno no se puede quedar vacío, hay que llenarse del Espíritu de Cristo. Este movimiento se desarrolla en tres pasos relacionados:
Una semana dedicada al conocimiento de sí mismo, en la cual queremos mantenernos conscientes de nuestras tendencias a pecar y aprender cómo actuar con un espíritu más humilde;
Una semana dedicada al conocimiento de María, en la cual queremos abrir más nuestras vidas a la presencia de Ella;
Una semana dedicada al conocimiento de Jesucristo, en la cual le permitiremos a la luz de nuestro conocimiento y de María, iluminar nuestra relación con Jesucristo y hacernos más capaces de participar en su vida y misión.
El proceso de preparación dura en total 33 días.
Después de estos 33 días, se hace el Acto de Consagración.
Se dedican doce días, por lo menos, a vaciarse del espíritu del mundo, contrario al de Jesucristo.
Se pide la intercesión y protección materna de la Santísima Virgen rezando la oración Bajo Tu Amparo diariamente.
Se elige un sacrificio en el que hacer un trabajo personal de renuncia durante todo el proceso y se mantiene un espíritu de oración fiel y constante.
ORACIONES
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
V Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles.
R Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
V Señor, envía tu Espíritu, y todo será creado
R Y renovarás la faz de la tierra.
Oh Dios, que iluminaste los corazones de tus hijos
con la luz del Espíritu Santo, haznos dóciles a sus inspiraciones
para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
OH JESÚS, QUE VIVES EN MARÍA
Oh Jesús, que vives en María
ven a vivir en nosotros, tus siervos,
con tu Espíritu de santidad,
con la plenitud de tus dones,
con la perfección de tus caminos,
con la realidad de tus virtudes,
con la comunión de tus misterios.
Domina en nosotros sobre todo poder enemigo,
por tu Espíritu Santo, para gloria del Padre.
Amén.
BAJO TU AMPARO
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios,
no desprecies las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien, líbranos de todo peligro, Virgen gloriosa y bendita.
Amén.