¿Cómo hacer la Consagración?

haciadios.com consagración - Día de la ConsagraciónConsagración

Al fin de las tres semanas se confesará y comulgará con la intención de entregarse a Jesucristo en calidad de esclavo de amor, por medio de María, y después de la comunión recitará la fórmula de consagración, que convendrá escribirla o hacerla escribir, si no está impresa, y firmar el mismo día que la haga. Bueno será que en ese día se pague algún tributo a Jesucristo y a la Virgen, ya por vía de penitencia de la infidelidad a los votos del bautismo, ya para protestar de la completa dependencia del dominio de Jesús y de María. Este tributo será según la devoción y la capacidad de cada cual, como un ayuno, una mortificación, una limosna; aun cuando no se diera más que un alfiler, es bastante para Jesús, que sólo atiende a la buena voluntad. Todos los años, el mismo día, se renovará la misma consagración, observando estas prácticas durante tres semanas.

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CONSAGRACIÓN DE SÍ MISMO A JESUCRISTO, LA SABIDURíA ENCARNADA, POR MEDIO DE MARÍA

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¡Oh Sabiduría eterna y encarnada! ¡Oh amable y adorable Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, Hijo único del Padre Eterno y de María, siempre virgen! Os adoro profundamente en el seno y en los esplendores de vuestro Padre, durante la eternidad, y en el seno virginal de María, vuestra dignísima Madre, en el tiempo de vuestra Encarnación. Os doy gracias porque os habéis anonadado y tomado la forma de esclavo para sacarme de la cruel esclavitud del demonio.

Os alabo y glorifico porque os habéis sometido a María, vuestra Santa Madre, en todo, a fin de hacerme por Ella vuestro fiel esclavo. Pero ¡ay! ingrato e infiel como soy, no he cumplido mis deberes, no he cumplido los votos y promesas que tan solemnemente hice en el bautismo, no he merecido ser llamado vuestro hijo ni vuestro esclavo; y como nada hay en mí que no merezca vuestra repulsa y vuestra cólera, no me atrevo a acercarme por mí mismo a vuestra Santísima y Augusta Majestad.

Por esto he recurrido a la intercesión de vuestra Santísima Madre, que Vos me habéis dado como mediadora ante vos, y por este medio espero obtener de Vos la contrición y el perdón de mis pecados, la adquisición y la conservación de la Sabiduría.

Os saludo, ¡Oh María Inmaculada!, tabernáculo viviente de la Divinidad, en donde la Sabiduría eterna escondida quiere ser adorada por los ángeles y los, hombres; os saludo, ¡Oh Reina del cielo y de la tierra!, a cuyo imperio está sometido todo lo que hay debajo de Dios. Os saludo, ¡Oh refugio seguro de los pecadores!, cuya misericordia no falta a nadie; escuchad los deseos que tengo de la divina Sabiduría y recibid para ello los votos y las ofrendas que mi bajeza os presenta.

Yo, N………………… , pecador infiel, renuevo y ratifico hoy en vuestras manos los votos de mi bautismo. Renuncio para siempre a Satanás, a sus pompas y a sus obras, y me entrego enteramente a Jesucristo, Sabiduría encarnada, para llevar mi cruz tras Él, todos los días de mi vida; ya fin de que sea más fiel de lo que he sido hasta ahora, os escojo hoy, ¡Oh, María!, en presencia de toda la corte celestial, por mi Madre y Señora.

Os entrego y consagro, en calidad de esclavo, mi cuerpo y mi alma, mis bienes interiores y exteriores, y aun el valor de mis buenas acciones pasadas, presentes y futuras, otorgándoos entero y pleno derecho de mí y de todo lo que me pertenece, sin excepción, a vuestro agrado, a la mayor gloria de Dios, en el tiempo y la eternidad.

Recibid, ¡Oh virgen benignísima!, esta pequeña ofrenda de mi esclavitud, en honor y unión de la sumisión que la Sabiduría encarnada quiso observar para con vuestra Maternidad, en homenaje del poder que ambos tenéis sobre este pequeño gusano y miserable pecador, en acción de gracias por los privilegios con que os dotó la Santísima Trinidad. Protesto que en adelante quiero, como verdadero esclavo vuestro, procurar vuestra honra y obedeceros en todo.

¡Oh Madre admirable! Presentadme a vuestro Hijo en calidad de eterno esclavo, a fin de que, pues me rescató por Vos, me reciba de vuestras manos. ¡Oh Madre de misericordia!, concededme la gracia de alcanzar la verdadera sabiduría de Dios, y de colocarme, por tanto, entre los que Vos amáis, enseñáis, guiáis, alimentáis y protegéis como a vuestros hijos y esclavos. ¡Oh Virgen fiel! Hacedme en todo tan perfecto discípulo, imitador y esclavo de la Sabiduría encarnada, Jesucristo, vuestro Hijo, que por vuestra intercesión llegue, a imitación vuestra, a la plenitud de la perfección sobre la tierra y de gloria en los cielos. Así sea.

ARCHICOFRADIA DE MARÍA, REINA DE LOS CORAZONES

Después de haberse consagrado, se recomienda la inscripción en la Archicofradía de María, Reina de los Corazones.

1. Naturaleza y objeto

La Archicofradía de María, Reina de los Corazones, es una pía unión que no tiene forma orgánica (es decir, no autónoma, canon 686, n.o 3), la cual acoge a los fieles que se proponen vivir y difundir la vida mariana enseñada por San Luis María Grignion de Montfort, donde pueden así, con más facilidad y seguridad, conseguir la propia santificación.

2. Cómo inscribirse en la Archicofradía

Se convierte uno en miembro de la Archicofradía mediante la inscripción en el registro de cualquier centro de ella, hecha por el director o por un delegado de él.

En Italia:
Confraternitta María Regina Dei Cuori.
Via Romagna, 44, Roma, Italia.

En los Estados Unidos de América:
Association of Mary, Queen of AII Hearts.
Montfort Missionaries
26 South Saxon Ave.
Bay Shore, NY 11706-0726
Tel. (631) 665-0726
www.queenofallhearts.com

3. Condiciones para los miembros

Todo católico, ya sea clérigo o religioso (canon 693, n.O 4), puede pertenecer a la Archicofradía de María, Reina de los Corazones. Los miembros pueden asumir, en consecuencia, otras obligaciones particulares de su propia vida espiritual, o con relación a su apostolado. La inscripción debe ir precedida de la consagración a la Virgen, según la fórmula de San Luis María Grignion de Montfort.

4. Obligaciones

Los miembros de la Archicofradía deben, por el fin de la misma Pía unión, impregnar sus vidas de espíritu mariano. Se aplicarán por esta razón a cumplir todas sus acciones con María, por María, en María y para María, al objeto de poder más perfectamente vivir y obrar con Cristo, en Cristo y por Cristo Jesús.

Renovarán, además, con fidelidad y frecuencia, su consagración, particularmente iniciando con ésta su jornada.

5. Beneficios

Los miembros de la Archicofradía participan de todas las buenas obras y sufragios que se cumplen en la Compañía de María y en la Congregación de las Hijas de la Sabiduría; de manera especial se les aplican las misas que los religiosos de la Compañía de María celebran cada primer lunes de mes por los difuntos de la Congregación.

6. Fiestas de la Archicofradía

La fiesta principal es la Anunciación de María (25 de marzo), día que nos recuerda la gran verdad de la Encarnación de Jesús, el cual, viniendo a nosotros por medio de María, quiso hacerse súbdito de su Madre. La segunda fiesta principal es la de San Luis María Grignion de Montfort (28 de abril).

Otras fiestas especiales son: la Inmaculada Concepción (8 de diciembre), Navidad (25 de diciembre), la Purificación (2 de febrero), la Visitación (31 de marzo), la Asunción (15 de agosto), el Inmaculado Corazón de María (el sábado de la tercera semana después de Pentecostés), la Dolorosa (15 de septiembre).

7. Indulgencias

Indulgencia plenaria en las condiciones acostumbradas en el día de la inscripción y en el aniversario de ésta. En las fiestas de Nuestro Señor Jesucristo y en las de la Bienaventurada Virgen María que se encuentran en el calendario de la Iglesia Universal, y en la fiesta de San Luis María Grignion de Montfort (28 de abril). En el primer sábado de mes.

En trance de muerte, el archicofrade que, habiendo recibido los Santos Sacramentos, o si no fuese posible, al menos contrito, invoque devotamente el Santísimo Nombre de Jesús, con el corazón no pudiendo con los labios y acepte la muerte en expiación de las propias culpas como venida de las manos de Dios. También obtendrá indulgencias parciales cada vez que, al menos con corazón contrito, recite devotamente esta jaculatoria: «Soy todo tuyo y te ofrezco cuanto poseo, amable Jesús mío, por medio de María, tu Santísima Madre».

Podrá ganar otra indulgencia parcial cada vez que cumpla devotamente y con corazón al menos contrito, una obra de piedad o de caridad, conforme al espíritu de la archicofradía.

Si desea inscribirse en la Archicofradía de María, Reina de los Corazones, envíe su nombre, dirección y fecha de su consagración a la archicofradía más cercana o a la Sociedad Grignion de Montfort Calle Jonqueres, Nº 18, 8 C 08003 Barcelona, España.

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