SAL DE TU CIELO: 33 DÍAS DE CAMINO HACIA BELÉN
DÍA 24: TE REGALO MI PACIENCIA
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Breve silencio para ponerse en presencia de Dios, rogando a María Santísima sea nuestra compañera y guía en este camino hacia el encuentro con su Hijo Jesucristo.
ORACIÓN CAMINO A BELÉN
Querido niño Jesús: Te quiero hacer presente aquí, en este rato de oración. Muchas veces pienso en ti, me acuerdo de ti, pero no te pienso. Pensarte es quererte y quererte es buscarte. Sí, quiero buscarte, caminar hacia ti, pero sabiendo que Tú me buscas siempre primero. Quiero recorrer este camino de la mano de María, tu madre, sostenido por el auxilio del Espíritu Santo, para que tu Amor se revele en plenitud dentro de mi corazón en esta Navidad.
CITA
Señor Dios que anunciaste la llegada de tu salvación hasta en los últimos confines de la tierra, concédenos estar preparados para esperar con gran alegría el glorioso nacimiento de tu Hijo. (Oración Colecta. 6 diciembre 2016)
REFLEXIÓN
En el Adviento todo es espera, es estar en vela esperando al amado y María es la maestra de la espera. No sólo esperó con ansia la llegada de su Hijo, esperó con paciencia a que se cumpliera el tiempo para su Revelación a los hombres y esperó sumida en la soledad del dolor a que saliera glorioso del sepulcro.
En este mundo que vive tan de prisa, me doy cuenta que he perdido la paciencia, busco la gratificación inmediata, quiero pronto los frutos de lo que voy sembrando, deseo que se cumplan rápido en mi vida, las promesas de Dios. Me pregunto si en el fondo de esa impaciencia no reina más bien la desesperanza o una fe muy pobre.
Los designios de Dios son un misterio, sus tiempos no son los nuestros y me cuesta entenderlo.
En este recorrido a Belén, me doy cuenta que quisiera llegar ya, tal vez más por el deseo de que el nacimiento de Jesús ponga fin a mis problemas, que por el anhelo de mirarlo y dejar que me mire.
¿Cómo quieres que te espere Jesús? Quiero esperarte con certezas bien plantadas en el fondo de mi alma, quiero esperar lleno de confianza en tu amor y también alabarte y darte gracias mientras te espero.
Tú no te cansas Jesús, me esperas todos los días en el Sagrario, en la celebración de la Eucaristía, en el encuentro de la oración. Me sales al paso varias veces en un día y yo quisiera pedirte que me concedas mucha fe para atender a tu espera con prontitud, como si fuera uno de los pastores que fueron a dónde anunció el ángel que había nacido mi Salvador.
ORACIÓN
TE ESPERARÉ
Jesús a mi alma
Desde lo alto y en silencio, te esperaré
Sufriendo y amando en la cruz, te esperaré
Sediento y sin aire, te esperaré
Clavado y moribundo, siempre te esperaré
Te esperaré mientras vivas
Te esperaré hasta que me busques
Te esperaré hasta que me encuentres
Te esperaré hasta que me abraces
Mi vida la doy por ti para salvarte
Mi silencio es espera paciente
Mi dolor, rescate del mal siempre hiriente
Mi sangre es vida nueva para lavarte
Te esperaré como el Padre para compartir el mejor vino
Te esperaré como el Pastor para llevarte en mis hombros
Te esperaré como a los de Emaús para revelarme en el camino
Te esperaré con mi paciencia y mis brazos siempre abiertos
Del libro Jesús a mi alma. P. Guillermo Serra, L.C.
PROPÓSITO
Durante el día de hoy, haré un acto de paciencia pensando en Jesús que está por llegar a Belén y lo ofreceré como regalo al final de mi carta.
Autor y Voz: Padre Guillermo Serra, L.C.