Camino hacia Belén: Día 21

SAL DE TU CIELO: 33 DÍAS DE CAMINO HACIA BELÉN

DÍA 21: TE REGALO MI DOCILIDAD

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Breve silencio para ponerse en presencia de Dios, rogando a María Santísima sea nuestra compañera y guía en este camino hacia el encuentro con su Hijo Jesucristo.

ORACIÓN CAMINO A BELÉN

Querido niño Jesús: Te quiero hacer presente aquí, en este rato de oración. Muchas veces pienso en ti, me acuerdo de ti, pero no te pienso. Pensarte es quererte y quererte es buscarte. Sí, quiero buscarte, caminar hacia ti, pero sabiendo que Tú me buscas siempre primero. Quiero recorrer este camino de la mano de María, tu madre, sostenido por el auxilio del Espíritu Santo, para que tu Amor se revele en plenitud dentro de mi corazón en esta Navidad.

CITA

La oración es pedir, pero sobre todo acoger, como María. Estar en la presencia de Dios con la disponibilidad del corazón y de la voluntad para dejarse hacer por Él, dejarse caminar por su Palabra y dejarse amar por el Espíritu de Amor. (Sal de tu Cielo. Cap. 3.8)

REFLEXIÓN

Hoy celebramos la fiesta de la Virgen de Guadalupe. Ella es la Virgen del Adviento, la Virgen de la espera y de la esperanza. En la imagen que quiso dejar plasmada de ella misma, lleva una cinta alrededor del vientre, señal del Hijo que lleva en sus entrañas y prueba de que Dios es fiel a sus promesas enviando a su Verbo hecho carne para nuestra salvación.

Qué mejor ejemplo de docilidad que María. Ella que dijo que sí en Nazaret y lo mantuvo hasta el Calvario, repitiendo “hágase” en tantas ocasiones. Sí a la oscuridad, sí al dolor, sí a la soledad, sí a la humildad… Pero ser dócil no solo implica decir “sí”, sino a la vez aprender a decir “no”, y ella también renunció a su deseo de vivir como cualquier mujer de su época, renunció a retener a su Hijo para sí, renunció a todo deseo de protagonismo, renunció a conocer razones… Todo por el amor y la confianza tan grandes que le tenía a Dios. Su docilidad permitió que el Señor hiciera en ella maravillas y que así, nosotros fuéramos redimidos.

Yo quiero Jesús aprender a ser dócil como tu madre, quiero decirte que sí y sostenerlo, diciendo que no a todo lo que se interponga en el camino.

ORACIÓN

EN TU CORAZÓN DE MADRE

Duermo mis sueños y entrego mis dolores
Encuentro consuelo, compasión y cariño
Descubro mis anhelos, miedos y fracasos

Sí, Madre, acepto vivir como tú
En el corazón del Padre mi condición de creatura
En el corazón del Hijo mi frágil humanidad
En el fuego del Espíritu mi deseo de vivir para el Amor

En tu corazón silencioso me descubro
En tu corazón casto me purifico
En tu corazón maternal me alimento
En tu corazón sencillo me hago niño

Te pido un abrazo, una caricia, una palabra
Ayúdame a caminar hacia tu Hijo, mi hermano
Descúbreme los secretos de tu alma enamorada
Porque cuando se ama, el corazón se clava
se fija y se entrega para estar con el amado
mirándolo en silencio y escuchando sus miradas

Del libro Jesús a mi alma. P. Guillermo Serra, L.C.

PROPÓSITO

El día de hoy meditaré en la voluntad que Dios tiene para mi vida y después rezaré el Magnificat con la confianza de que si soy dócil, colaboraré con el plan de salvación que Dios tiene para mí y mi familia.

Autor y Voz: Padre Guillermo Serra, L.C.

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